El refuerzo muscular consiste en actividad física tutelada y a medida y es el complemento ideal de MAT®. En base a la información obtenida con esta técnica sobre el estado de la musculatura de la persona, adaptamos al máximo la cantidad y la forma de aplicar ejercicio con el objetivo de conseguir con certeza todos los beneficios que éste debe generar sobre el cuerpo a nivel estético, fisiológico, metabólico y psicológico.

El refuerzo muscular puede ser implementado buscando dos objetivos:

  • Mantener, reforzar y potenciar los resultados obtenidos con MAT®, para aquellas personas que previamente han realizado tratamiento con esta terapia debido a alguna situación de dolor o lesión.

  • Mejorar la condición física de la persona mediante el entrenamiento, teniendo siempre en cuenta los eslabones débiles musculares previamente detectados con MAT®.

En cualquier caso, refuerzo muscular y MAT® serán vasos comunicantes, ya que una persona siempre deberá ser evaluada con esta técnica con el fin de saber cómo está funcionando la musculatura de su cuerpo. De esta manera, el entrenamiento se adaptará perfectamente a sus condiciones y obtendrá el máximo rendimiento de éste minimizando el riesgo de sufrir dolor o lesión.

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Nuestra concepción del entrenamiento se basa en la información que MAT® nos proporciona sobre el funcionamiento de la musculatura de la persona. Es por ello que lo denominamos refuerzo muscular y no entrenamiento personal. Es una cuestión de concepto: ejercicio físico adaptado al individuo en base a los eslabones débiles detectados y corregidos con MAT® con el fin de reforzarlos. De esta manera, optimizaremos los resultados del entrenamiento reduciendo al máximo el riesgo de sufrir dolor o lesión. Ponerse en forma en Gamma Bcn Activación Muscular es diferente a cualquier otro centro, ya que nuestro punto de partida es el conocimiento profundo de los puntos débiles de la persona para adaptarle al máximo el ejercicio físico con el fin de obtener todos los beneficios que éste reporta a nivel estético, fisiológico y psicológico.

Hacer ejercicio por defecto no siempre es saludable. Depende de la cantidad, del estado del individuo y de cómo se realiza. Si existe un eslabón débil muy marcado, por mucho que se realice ejercicio físico, éste no se eliminará. MAT® permite detectar y corregir los eslabones débiles de nuestra musculatura con el fin de optimizar el funcionamiento de nuestro cuerpo. Mejorará así su estado para poder realizar ejercicio físico con la certeza de que todo está funcionando como debería. Sólo si existe equilibrio en el adecuado funcionamiento de nuestros músculos, la realización de actividad física generará los efectos deseados sobre nuestro cuerpo. En cualquier otro caso, será como tirar una moneda al aire, ya que nunca sabremos si ejercitarnos provocará efectos positivos o negativos sobre nuestro estado físico.

Un cuerpo "musculado" o "tonificado" es el resultado de llevar a cabo un tipo de entrenamiento, combinado con unas pautas de alimentación determinadas. Ahora bien, eso no significa que no puedan haber desajustes en la musculatura que puedan predisponer al cuerpo a sufrir dolor, lesión o limitación en el rendimiento deportivo. Para conseguir mejoras estéticas o estructurales es necesario entrenar de forma realmente intensa. A más exigencia ejercitándose, más estrés reciben nuestros músculos. Este factor es determinante a la hora de provocar alteraciones en el correcto funcionamiento de la musculatura. MAT® es la herramienta ideal para corregir los desajustes musculares que puedan producirse como consecuencia de la realización de ejercicio físico exigente. Además, permitirá optimizar las capacidades del cuerpo, pudiendo incluso entrenar a más alta intensidad y obtener aún más y mejores cambios a nivel estético (hipertrofia, “definición” muscular...). Por lo tanto, esta técnica puede ser una gran aliada para quienes quieran conseguir este tipo de adaptaciones sobre su cuerpo, ya que les permitirá ejercitarse al límite de sus posibilidades, minimizando al máximo el riesgo de sufrir dolor o lesión.

Existe la creencia de que puede ser beneficioso realizar estiramientos antes o después de una sesión de ejercicio con el objetivo de preparar mejor al cuerpo para la práctica deportiva si se realizan antes, o bien para recuperar a la musculatura tras el esfuerzo si se llevan a cabo después. También hay quienes los realizan como medio para aumentar su “flexibilidad” o movilidad articular ya que así creen que intentando ser más móviles conseguirán beneficios para su cuerpo. Y hay personas que los hacen para relajar músculos muy tensos con el objetivo de reducir las molestias e incomodidad asociadas al exceso de tensión.

En cualquiera de estas situaciones, hacer estiramientos no cumple con el objetivo por el cual se llevan a cabo y además, en muchos casos, pueden agravar el problema que motiva realizarlos y predisponer a la persona al dolor, la lesión o a la limitación en el rendimiento deportivo.

Siempre que se da un movimiento, por un lado del eje articular hay músculos que se acortan para poder realizarlo, y por el otro, musculatura que se estira. Por lo tanto, el estiramiento es inherente al movimiento articular. El problema surge cuando intentamos forzarlo más allá de la capacidad que tiene nuestro cuerpo de llevarlo a cabo. Nuestro sistema nervioso limita un movimiento cuando detecta desajustes en los músculos que deben realizarlo. Para ello, aumenta el nivel de tensión de la musculatura que lo evita. Estos serán los músculos que todo el mundo querrá estirar, porque estarán más tensos de lo habitual. Pero esta tensión es consecuencia de un desajuste presente en el cuerpo y es la manera que tiene éste de protegernos ante esta alteración. Por lo tanto, estirar será, en realidad, una manera de intentar eliminar de manera forzosa un mecanismo de protección de nuestro cuerpo. Sin saberlo, podremos predisponernos a la lesión, al dolor o a la limitación en el rendimiento deportivo. Estaremos desprotegiendo a la articulación, ya que el movimiento no será controlado y nosotros estirando querremos forzarlo, cuando nuestro sistema nervioso lo limita precisamente porque no lo controla. Y el movimiento sin control, es potencialmente lesivo.

En los casos en los que se nota exceso de tensión en forma de contractura o sobrecarga, ambos síntomas obedecerán también a la mejor solución encontrada por nuestro cuerpo para seguir moviéndonos, en base al estado de funcionamiento de la musculatura. Ésta puede sufrir desajustes cuando estamos sometidos a estrés de cualquier tipo (mecánico: mantenimiento de la postura durante horas, ejercicio físico, repetición de un movimiento, fatiga acumulada...; químico: mala alimentación, deshidratación, intolerancia a algunos alimentos...; psicológico: shock emocional, patologías psiquiátricas, estados depresivos...) o a trauma (golpe, intervención quirúrgica...). Ante esta situación, nuestro cuerpo compensará la disfunción de un músculo o varios, utilizando a otros en su lugar. Éstos sustituirán, a la hora de movernos, a aquellos que no funcionan adecuadamente. Como consecuencia de ello, aumentarán su nivel de tensión habitual al tener que trabajar más de lo debido. Pretender quitar esta tensión con masaje o estiramientos sólo provocará un alivio temporal y nunca la eliminará por completo, ya que estará motivada por un desajuste muscular que ninguna de la dos prácticas resuelven con su intervención. La mejor manera de hacerlo será detectando dónde está la alteración en el funcionamiento de la musculatura que motiva el exceso de trabajo de algunos músculos y resolverla. De esta manera los que están siendo sobre utilizados, una vez solucionado el problema, bajarán la tensión excesiva hasta los niveles habituales.

Tanto en un escenario como en el otro, realizar estiramientos sólo podrá perjudicar el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y nunca resolverá las causas que provocan limitación en la movilidad (menos “flexibilidad”) y sobrecarga o contractura. MAT® permite resolver el origen de estas situaciones corrigiendo los desajustes musculares que alteran los niveles de tensión óptimos de la musculatura.

Una opción más saludable para la integridad de nuestras articulaciones y músculos sería llevar a cabo “ACORTAMIENTOS”. Si tenemos en cuenta que la musculatura es la encargada de movernos, la idea sería llevar un movimiento al límite de la misma manera que hacemos cuando pretendemos estirar, pero en lugar de forzarlo con la otra mano o apoyándonos en un banco o una pared..., llevarlo a cabo nosotros mismos. La idea sería hacer exactamente el mismo movimiento y mantenerlo el mismo tiempo que cuando estiramos, pero siendo nosotros quienes lleguemos al límite del movimiento sin forzarlo, acortando o contrayendo nuestros músculos. Así, iremos hasta el punto donde nuestro cuerpo nos permita, con control, sin forzar y sin riesgo de alcanzar posiciones que podrían desproteger la articulación y romper las barreras naturales impuestas por nuestro sistema nervioso.

Creer que conseguiremos eliminar el dolor de espalda practicando natación es ilusorio, en la mayoría de los casos. El dolor es la manifestación de que algo no está funcionando bien y es consecuencia de desajustes musculares que alteran la capacidad de nuestro cuerpo de mover y controlar de manera adecuada las articulaciones. Si éstos no se solucionan de manera específica, no conseguiremos mejorar el funcionamiento de nuestro cuerpo y así evitar la aparición de dolor por sobrecarga o tensión excesiva. Si el sistema nervioso no tiene un control adecuado sobre un músculo o un grupo de ellos, no los podrá contraer cuando los necesite y utilizará a otros en su lugar. Así, la mejor manera que encontrará nuestro cuerpo de seguir moviéndonos, será sustituyendo a aquellos músculos que no funcionan adecuadamente por otros que pueden suplirlos en su tarea de llevar a cabo el movimiento. Por lo tanto, la realización de ejercicio genérico como la natación no eliminará los eslabones débiles. Probablemente incrementará aún más la diferencia entre aquellos músculos que trabajan en exceso por ser sobre utilizados y aquellos otros que presentan disfunción. Este hecho puede incluso agravar el problema de dolor y el desajuste muscular presente. MAT® detecta y corrige los eslabones débiles y optimiza el funcionamiento de nuestro cuerpo evitando la aparición de sobrecargas o dolor. En el caso de padecer ya estas circunstancias, ayuda a una rápida recuperación.

La realización de ejercicio genérico no asegura que el funcionamiento de nuestra musculatura sea óptimo ni elimina los posibles eslabones débiles que puedan existir y condicionar la gestión del movimiento y de las articulaciones por parte de nuestro cuerpo. Si el sistema nervioso no tiene un control adecuado sobre un músculo o un grupo de ellos, no los podrá contraer cuando los necesite y utilizará a otros en su lugar. Así, la mejor manera que encontrará nuestro cuerpo de seguir moviéndonos, será sustituyendo a aquellos músculos que no funcionan adecuadamente por otros que pueden suplirlos en su tarea de llevar a cabo el movimiento. Por lo tanto, hacer abdominales no eliminará los eslabones débiles. Probablemente incrementará aún más la diferencia entre aquellos músculos que trabajan en exceso por ser sobre utilizados y aquellos otros que presentan disfunción. Este hecho puede incluso aumentar el dolor lumbar. Así, en esta situación, lo ideal es localizar y subsanar dónde está el desajuste que lo provoca, ya que para muchas personas que padecen este mal, realizar abdominales puede incluso agravarlo. En este caso, MAT® detectaría y corregiría su causa evitando así tensión excesiva o sobrecarga en la zona lumbar.

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